En la última década, la era digital, los influencers se han convertido en figuras clave para millones de jóvenes, quienes los siguen con devoción a través de plataformas como Instagram, YouTube, TikTok y Twitter. Estos individuos, desde celebridades globales hasta personas comunes con un talento particular, tienen el poder de transformar tendencias, gustos de consumo, e incluso decisiones sociales, gracias a su influencia sobre sus audiencias.Un nuevo modelo de inspiración.
Los influencers suelen ser percibidos como modelos a seguir debido a su cercanía y autenticidad aparente.
A diferencia de las celebridades tradicionales, ellos construyen una conexión más personal con sus seguidores al compartir aspectos de su vida cotidiana. Según el portal semana, los usuarios de la plataforma tik tok, es un promedio de entre 13 y 20 años, edad donde los jóvenes pueden ser vulnerables a las opiniones de sus artistas favoritos, pues se encuentran formando su propio criterio.
Esta relación de confianza permite que los influencers promuevan productos, estilos de vida y valores, influyendo en decisiones como la elección de marcas, rutinas de cuidado personal, alimentación e incluso puntos de vista políticos y sociales.
La dualidad del impacto
Aunque los influencers han abierto nuevas oportunidades y fomentado conversaciones sobre temas como la autoestima, la salud mental y el veganismo, su influencia no está exenta de controversia, ya que muchos jóvenes experimentan presión para alcanzar estándares irreales de belleza o éxito promovidos en las redes. Además, la promoción de productos sin regulación adecuada puede llevar a decisiones de consumo perjudiciales. Tal fue el caso de la popularidad con una marca de shampoo, que en su momento fue la sensación, pero más tarde saldría contraproducente.
Por otro lado, los influencers educativos y sociales han contribuido positivamente al brindar acceso a contenido informativo, motivar el emprendimiento juvenil y generar conciencia sobre causas sociales importantes.
La responsabilidad compartida
La responsabilidad del impacto de los influencers no recae únicamente en ellos, sino también en las plataformas que amplifican su alcance y en los propios usuarios. Las familias, educadores y responsables de políticas públicas deben trabajar para fomentar un consumo crítico de contenido digital, ayudando a los jóvenes a discernir entre contenido auténtico y manipulado.
Para una parte de la juventud, los influencers pueden representar un cambio positivo. Algunas influencers han logrado utilizar su plataforma para dar visibilidad a temas de importancia, desafiando estereotipos de belleza y cuestionando las normas sociales. En este sentido, el impacto puede ser empoderador, permitiendo que los jóvenes se sientan escuchados y representados.
Además, los influencers ofrecen contenido de entretenimiento que puede ser una fuente de relajación y diversión. Ya sea a través de tutoriales, retos virales o anécdotas cómicas, muchos jóvenes encuentran en estos creadores una vía para desconectar y disfrutar de su tiempo libre.
Sin embargo, este fenómeno no está exento de riesgos. Los expertos señalan que la constante exposición a las vidas "perfectas" de los influencers puede generar en los jóvenes una presión social por cumplir con expectativas poco realistas, especialmente en lo que respecta a la apariencia física, el éxito profesional y la vida personal. La cultura del "likes" y la validación digital puede llevar a problemas de autoestima, ansiedad e incluso trastornos alimentarios, en especial cuando los jóvenes intentan emular a sus ídolos de manera excesiva.
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