Hubo un tiempo que sólo los abuelos recuerdan ya, en que se podía ver, en las riveras del Grijalva, en los manglares de Tabasco, a los Tiburones Sierra, tan abundantes eran que casi cada una de las casas de pescadores tenían las potentes sierras de estos peces más emparentados con las rayas que con los tiburones.
Las vendían en las talabarterías, no es que lo cazaran para comer, pues su carne es más bien gelatinosa, tampoco para venta ya que su aleta no se cotiza ni por un mayor bien que el de evitar que estos pacíficos animales se trabaran en las redes de pesca.
Habitantes de las aguas pacíficas, los tiburones sierra pertenecen al orden de los pristiformes, se alimentan principalmente de peces pequeños o medianos, así como de cangrejos, su color varía entre café, gris, verde oliva o amarillento, aunque normalmente son poco agresivos, en caso de ser atacados o pescados, se defienden bastante bien.
Estos formidables animales suelen habitar en aguas tropicales de todo el mundo, prefieren las zonas costeras, desembocaduras de ríos y manglares donde pasan la mayor parte del día acostados o nadando en áreas lodosas o arenosas para pasar desapercibidos.
De acuerdo con el INAH en Tabasco, el “Serrucho” como se conocía al tiburón sierra en la localidad de Centla donde había abundancia de él “era un animal muy pacífico si no se le molestaba y había abundancia de él”.
Sin embargo, debido al peligro que su sierra representaba fue cazado hasta su extinción, ya por los años 70´s era difícil de localizar y se presume que el último de estos habitantes del Grijalva fue capturado hace más de 40 años, tal como lo recordó un anciano de 85 años, al ser entrevistado por investigadores de la UNAM, a quienes contó con nostalgia sobre la abundancia de este pez en su juventud, cuando tuvo la oportunidad de atrapar uno.
Hoy, se desarrolla un proyecto Pristis Mexico: Conservación e investigación de tiburones sierra, que busca identificar zonas donde aún habiten estos ejemplares para promover su identificación y protección adecuada.
Empleado tecnología de punta, identifican el ADN de los tiburones sierra en el agua donde podrían estar habitando pues se cree que han ido a lugares cada vez más lejanos huyendo de su depredador: el hombre.