La fecha del 2 de junio conmemora el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, una jornada que tiene sus raíces en una valiente protesta llevada a cabo en 1975 por más de 100 trabajadoras sexuales en la iglesia de Saint-Nizier de Lyon, Francia. Este acto de resistencia surgió como respuesta a la presión gubernamental y la violencia policial que enfrentaban estas mujeres en su día a día.
La motivación detrás de esta histórica protesta fue el asesinato de dos trabajadoras sexuales y la falta de respuesta por parte de las autoridades. En un acto de solidaridad y valentía, las meretrices declararon una huelga que duró 8 días y culminó con un violento allanamiento policial.
Desde entonces, el 2 de junio ha sido reconocido como el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, marcando un hito en la lucha por los derechos de estas mujeres en todo el mundo. En 1976 se conmemoró oficialmente esta fecha por primera vez.
Luchas y logros en diversos países
En Argentina, las trabajadoras sexuales se unieron para exigir el reconocimiento de sus derechos después de años de acoso y violencia. En 1994, nació la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), que logró integrarse a la Central de Trabajadores Argentinos, superando así la automarginación.
En México, donde el 60% de las trabajadoras sexuales ha sufrido algún tipo de violencia o discriminación, se han formado varias organizaciones civiles para defender sus derechos. Movimientos como el Movimiento de Trabajo Sexual de México (MOTRASEX) y la Asociación Mexicana de Trabajadores Sexuales (AMETS) han sido fundamentales en esta lucha.
En Ecuador, recientemente se llevaron a cabo mesas de trabajo entre autoridades y trabajadoras sexuales en Quito para negociar los lugares donde pueden ejercer su oficio. David González, presidente de la Plataforma Latinoamericana de Personas que Ejercen el Trabajo Sexual (Plaperts), enfatizó la necesidad de que las autoridades reconozcan el trabajo sexual como un problema integral y respeten los derechos laborales de estas mujeres.
En un mundo donde el estigma y la discriminación siguen siendo desafíos persistentes, el Día Internacional de la Trabajadora Sexual es un recordatorio de la importancia de la solidaridad y la lucha por la justicia y la igualdad de derechos para todas las personas, sin importar su ocupación.
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