Según la Unicef toda persona al cuidado de una niña, niño o adolescente tiene la responsabilidad de cuidarle, protegerle y formarle mediante una crianza afectiva y respetuosa de todos sus derechos, donde no tienen lugar el maltrato, castigos físicos, humillantes y crueles, amenazas, gritos, regaños y críticas atemorizantes.
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La crianza respetuosa se define como una forma de vida y se fundamenta en los principios de amor incondicional, empatía, igualdad y respeto por nuestros hijos.
Se basa en entender al niño y sus necesidades, a menudo se ignoran estas necesidades y se pasan por encima, se centra en empatizar con el niño y darle voz, aquella que él no puede expresar porque no sabe o puede.
Puedes tomar en cuenta estos cinco puntos para comenzar a adentrarte en la crianza responsable y respetuosa
Procura siempre regular tus emociones para conectar con tu hijo o hija
Empatiza con el punto de vista de tu hijo, aprende a mirar el mundo desde su perspectiva de este modo descubrirás que es lo que te quiere decir con sus comportamientos.
Entiende y acepta su malestia recuerda que es algo normal y propio de los niños, tratar de contenerlos y enséñales a auto controlarse es el trabajo de los adultos
Acuerda con él, los límites y reglas, estas deben ser claras, sencillas y consensuadas.
Renuncia al castigo. Sintoniza con él y aprenderá a seguir tus indicaciones porque confía en ti y acepta tu liderazgo sin necesidad de castigos.
