Hellen Keller: ¿Cómo se comunican las personas con debilidad auditiva y visual?

El CONADIS enfatiza que la inclusión efectiva de las personas con debilidad auditiva y visual en la sociedad depende de un enfoque integral

Nadia Baez / El Heraldo de Chiapas

  · jueves 20 de junio de 2024

Hellen Keller, quien representa a un modelo de persona con debilidad auditiva y visual / Foto: CONADIS

¿Sabías qué? se declaró el 27 de junio como el Día Internacional de las Personas Sordociegas lo que actualmente es nombrado como personas con con debilidad auditiva y visual en la “Declaración de las necesidades Básicas de las Personas Sordociegas”, firmada en Estocolmo, Suecia, en el año 1989.

Esta determinación se hizo en homenaje al natalicio de Hellen Keller, quien representa a un modelo de persona con debilidad auditiva y visual exitosa, ya que fue la primera con dichas discapacidades que logró graduarse de una universidad.

El principal objetivo de esta conmemoración, es difundir a nivel mundial y a través de todos los medios posibles, la existencia de personas con debilidad auditiva y visual a fin de crear conciencia sobre la necesidad de implementar estrategias que faciliten su integración.

Según el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONADIS), existen diversas estrategias y recursos que permiten a las personas con debilidad auditiva y visual comunicarse de manera efectiva, superando las barreras sensoriales que enfrentan.

A continuación, se detallan algunas de las principales formas de comunicación empleadas:

  • Lenguaje de Señas Táctil:
    Adaptación del lenguaje de señas tradicional en el que las personas sordociegas reciben los signos a través del tacto, colocando sus manos sobre las del interlocutor. Esta técnica es especialmente útil para quienes han aprendido el lenguaje de señas antes de perder la visión.

  • Dactilología en la Mano:
    Consiste en deletrear palabras utilizando el alfabeto manual en la palma de la mano. Cada letra se representa por una posición específica de los dedos, permitiendo una comunicación detallada y precisa.

  • Braille:
    Sistema de escritura y lectura táctil que utiliza puntos en relieve. Además de su uso en la lectura, el Braille se emplea para etiquetar objetos cotidianos, facilitando la autonomía de las personas sordociegas.

  • Tecnología Asistiva:
    Dispositivos electrónicos que convierten el texto a voz o a Braille, y viceversa. Los dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa (CAA) también juegan un papel crucial, ofreciendo una variedad de herramientas adaptadas a diferentes necesidades y capacidades.

  • Técnicas de Guía y Movilidad:
    Involucran el uso de bastones, perros guía y técnicas específicas para que las personas sordociegas se desplacen con seguridad y se orienten en su entorno. La comunicación táctil también es esencial en este aspecto, proporcionando instrucciones y avisos a través del contacto físico.

  • Interlocutores y Mediadores de Comunicación:
    Profesionales capacitados que facilitan la comunicación entre la persona sordociega y el entorno, utilizando diversas técnicas y tecnologías mencionadas anteriormente. Estos mediadores juegan un papel vital en la educación, el empleo y la vida social de las personas sordociegas.

¿Qué es la sordoceguera?

La sordoceguera es una condición que combina la pérdida auditiva y visual en diversos grados, lo que dificulta la recepción de información y la interacción con el entorno. Para abordar estas dificultades, el CONADIS subraya la importancia de personalizar las estrategias de comunicación según las necesidades individuales de cada persona con debilidad auditiva y visual.

El CONADIS enfatiza que la inclusión efectiva de las personas con debilidad auditiva y visual en la sociedad depende de un enfoque integral que combine estas estrategias de comunicación con la sensibilización y formación de la comunidad. Es esencial promover el respeto y la comprensión de las necesidades específicas de las personas con debilidad auditiva y visual, así como garantizar el acceso a recursos y tecnologías que faciliten su plena participación en todos los ámbitos de la vida.