En fechas recientes, se ha registrado el alza de los precios del maíz en todo el mundo, incluyendo México, lo que ha resultado en el encarecimiento de la tortilla de maíz en diferentes ciudades del país. Según usuarios de diferentes estados de la república, la tortilla ha alcanzado los $30 pesos por kilo.
A raíz de lo anterior se han identificado algunas tortillerías en las que, se dice, se venden tortillas falsas, razón por la que es posible ofrecerlas a un precio más accesible que el de la competencia. Aquí te contamos cómo identificar una tortilla pirata y los posibles riesgos de consumir este producto.
El Consejo Rector de la Tortilla dio a conocer que se ha reportado las producción y venta de este tipo de tortillas falsas que están hechas con insumos no adecuados pues son de mala calidad, por lo que son ofrecidas al público a precios más bajos.
¿De qué están hechas?
A diferencia de las tortillas convencionales que deben pasar por un proceso de nixtamalización, las tortillas falsas se elaboran a base de tortillas rezagadas de días anteriores que se remojan para después integrarlas a la masa para producir nuevas tandas.
También las llamadas "tortillas pirata" están hechas de maíz rezagado, harina de maíz, cal en grandes porciones, olotes, e incluso agua no potable.
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En contra parte, las tortillas originales están hechas exclusivamente por masa de maíz, una porción de cal y agua. La cal empleada para hacer tortillas no es la misma que se usa para la construcción, sino que debe ser la denominada “cal viva”, que ayuda al proceso de mixtamalización.
¿Cómo identificar una tortilla pirata?
- Tiene un mal olor o diferente al de las tortillas tradicionales debido a que contiene mucha cal.
Si el precio de la tortilla está por los cielos en tu ciudad y de repente te encuentras con tortillas muy baratas, seguramente se trata de tortillas piratas.
También se puede observar que la masa de las “tortillas pirata” es blanca, cuando el color que debe tener es “crema”, pues contiene los pigmentos del maíz
No tienen textura suave y tienden a romperse o agrietarse.
La textura de las tortillas debe ser gruesa y consistente; además, deben reaccionar bien al recalentamiento, pues se deben inflar.
A diferencia de las tortillerías, en donde las envuelven con papel de estraza, están podrían estar empaquetas en plástico.
Al comerla no debe tener un sabor a tierra, cal o que esté muy salada.
Es posible que al comer tortillas piratas se podría tener graves consecuencias para la salud: podría generar algún tipo de salpullido, problemas gástricos o enfermedades estomacales o incluso si son producidas con glisfosfato podrían desarrollar cáncer en un largo plazo.