La vida de un boxeador lleno de éxito y derrotas

El pugilista Edwin Espinosa Cigarroa compartió un poco de lo que ha sido su vida como deportista, donde uno de los episodios más vergonzoso fue cuando lo discriminaron los directivos del deporte

Jorge Alfaro | El Heraldo de Chiapas

  · viernes 23 de agosto de 2019

Foto: Cortesía

Considerado uno de los mejores pugilistas de todos los tiempos en la Olimpiada Nacional, Edwin Espinosa Cigarroa es el único atleta que ha ganado una medalla de oro en este deporte, por lo que siempre será recordado como el primer chiapaneco en coronarse campeón nacional en el sector amateur.

El boxeador visitó las instalaciones del periódico El Heraldo de Chiapas para platicar un poco de lo que ha sido su carrera, donde espera lograr grandes triunfos en el profesionalismo y quiere alcanzar un título mundial, a fin de convertirse en un referente de esta disciplina a nivel internacional.

Fiel a su costumbre, inició su charla diciendo que su pasión se debe a su señor padre Heberto Espinosa Cruz y su abuelo Heberto Espinosa de Paz (qepd), quienes nunca se perdían una sola función de box que se transmiten cada fin de semana por televisión; y fue ahí donde surgió el amor por los guantes y el deseo de practicar esta disciplina junto a su hermano Jimmer, con quien ha compartido triunfos como derrotas en la vida.

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EL “SUEÑO AMERICANO”

Al poco tiempo la familia se tuvo que dividir, su señor padre decidió emigrar durante dos años hacia los Estados Unidos para lograr el “sueño americano” y darle una calidad de vida a su esposa como a sus pequeños hijos que los miraba crecer día con día.

En ese lapso, ambos pequeños extrañaban a su progenitor que había partido de su hogar para abrirse paso y con ello mejorar la situación económica en el seno familiar. Un día inesperado, regresó a casa y con ello retornó la alegría, ya que después de varios meses la ausencia había terminado.

Recordó que don Heberto Espinosa les trajo varios regalos a sus hijos, pero había uno en particular que les gustó a sus vástagos que eran unos guantes de box para cada uno; sin pensarlo, ambos se calzaron los guanteletes y comenzaron a practicar; fue el primer contacto que tuvieron con el deporte que tanto adoran.

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GIMNASIO J. J. SOLÍS

A los nueve años fueron inscritos en el gimnasio J. J. Solís, su primer manager fue Juan José Solís Gallegos, un entrenador experimentado que ha logrado tener buenos resultados en eventos nacionales para Chiapas.

La falta de dinero fue la causa principal para que los hermanos Espinosa Cigarroa no pudieran practicar constantemente esta disciplina, por lo que muchas veces tenían que alejarse del club por uno o dos meses; ya que no podían pagar la mensualidad constantemente.

El coach al ver que tenía cualidades lo llevó al Instituto del Deporte para que continuará inmerso en el boxeo sin tener que pagar un solo peso. Al poco tiempo se integró a la Selección Chiapaneca de la Especialidad, en su primera participación en un regional clasificatorio para la ON; Edwin quedó eliminado pero Jimmer calificó al certamen donde consiguió una medalla de bronce en su debut en el torneo.

En 2014, la carrera deportiva de este pugilista dio un giro, comenzándose a escribir una de las trayectorias más exitosas del boxeo amateur; donde uno de sus triunfos es haber cosechado cinco metales, una de éstas es una presea de oro, nadie ha podido igualar esa marca hasta el momento.

Posteriormente vino la primera convocatoria a la Selección Nacional, donde estaría concentrado en las instalaciones del Centro Nacional de Alto Rendimiento; cuando todo parecía indicar que se quedaba dentro del equipo, la vida le jugó una mala pasada, ya que la Federación Mexicana de la Especialidad y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte se pelearon, así que ambos organismos se dividieron.


LOS MOMENTOS DIFÍCILES

Cuando vivía su mejor momento en lo deportivo, vino el desastre para Espinosa Cigarroa; ya que en la Olimpiada Nacional de 2016 que se celebró en la ciudad de Tijuana, el pugilista chiapaneco ganó una medalla de bronce; por lo que fue severamente criticado en su momento por los directivos del deporte en el estado en aquel entonces, entrenadores y la prensa deportiva, quienes se metieron con el atleta, al cuestionarlo acerca de su rendimiento en el torneo.

Después de esta situación, vivió un viacrucis, sufrió el rechazo de las personas que tenía a su alrededor; y aclaró que lo dejaron solo cuando más los necesitaba. El multimedallista se sintió discriminado por los directivos del deporte, quienes lo corrieron de mala manera por supuestos actos de indisciplina dentro de la Villa Olímpica.

Hoy Edwin aseguró que esos episodios vergonzosos en su vida quedaron en el pasado, y ahora es el momento de demostrar su calidad arriba de los encordados; para dejar en claro a cada una de esas personas que estaban equivocadas y jamás fue rebelde como ellos lo señalaban.

Por último, agradeció el apoyo de su entrenador J. J. Solís, a quien le debe mucho y espera que un futuro lo vuelva a dirigir desde su equina; para que sigan siendo esa dupla ganadora como en las pasadas ediciones de la Olimpiada Nacional.