Cuántos no se han planteado la posibilidad de volver en el tiempo para reparar algunas cosas en su vida, revivir las más memorables o en caso contrario, adelantarse para saber sobre su futuro.
Este planteamiento fue llevado a la pantalla grande en 1989, con la primera entrega de esta popular saga, la cual convirtió al DeLorean DMC-12, la máquina del tiempo, en un ícono de la cultura pop y en un objeto de culto.
La fecha para esta celebración es el 21 de octubre, porque fue tomada de la película ya que fue el momento exacto en el que los personajes Marty McFly, su novia Jennifer Parker y el Doc Emmett Brown, viajaron desde 1985 al año 2015, en la segunda entrega de Volver al Futuro.
Un colorido y extraordinario 2015 donde predominaban los autos voladores, patinetas que desafían a la gravedad flotando y tenis que se ajustan solos y demás artilugios tecnológicos.
Sin embargo, todo esto fue posible de descubrir gracias a la Máquina del Tiempo, de modo que en este día de Volver al Futuro, nos adentramos en explicar su funcionamiento ,en caso de que algún día el sueño se vuelva realidad.
Para su construcción, el Doc Emmett Brown tomó como punto de partida un DeLorean DMC-12 de 1981, tanto por su estilo como por el acero inoxidable de su carrocería, la cual permite la dispersión del flujo de energía. El componente fundamental para poder viajar en el tiempo es el condensador de flujo, ubicado detrás del asiento del conductor.
Cuando el DeLorean alcanza las 88 millas por hora de velocidad, este componente lanza rayos, los cuales se detienen en la defensa delantera hasta iluminarse, haciendo estallar el DeLorean en una nube de partículas hasta desaparecer, dejando dos líneas de fuego sobre el asfalto debido a las mecánica cuántica.
El papel de los circuitos del tiempo es el de ajustar los parámetros del viaje, es decir, gracias a que cuenta con tres nomenclaturas, podemos indicar nuestra fecha de destino (rojo), la fecha en donde se está actualmente (verde) y finalmente la fecha donde se estuvo la última vez (amarillo).
En la parte trasera se encuentran dos torres de enfriamiento para reducir la temperatura del plutonio, necesario para generar una cantidad industrial de energía (1.21 gigowatts) y alimentar al condensador de flujo. Después de haber realizado un viaje en el tiempo, expulsan vapor.
Por fortuna, en el año 2015, dentro del tiempo de la narrativa de la película, el Doc reemplazó este componente por uno menos problemático y más eficiente, por un reactor que funciona con deshechos de cualquier tipo, a diferencia del plutonio que es muy difícil de conseguir.
Además de estos desechos, el motor de combustión interna que impulsa a la máquina del tiempo hasta alcanzas las 88 millas por hora, requiere de combustible fósil, es decir, de gasolina. Se trata de un motor atmosférico V6 de 2.7 litros, desarrollado de manera conjunta por Peugeot, Renault y Volvo.
Sabiendo todo lo anterior, solo bastaría con sentarnos en el asiento del conductor, poner en marcha el motor de combustión interna del auto, encender los circuitos del tiempo y fijar la fecha de nuestro destino, presionar el pedal del acelerador a fondo hasta alcanzar 88 millas por hora y disfrutar del instantáneo viaje.
Escucha este podcast mientras vas en el auto ⬇️