Fue una experiencia inolvidable haber sido invitadopor el profesor Armando Parra Lau a presentar mi libro Losescritores chiapanecos opinan sobre el EZLN, publicado por Edamex.La Casa de la Cultura lleva el nombre del cronista vitalicio deTuxtla Chico, Armando Parra Lau. Este hombre preparó todo demanera artesanal, vamos a llamarle así. Fue un éxito lapresentación, estaban todos los hombres ilustres del pueblomágico de Tuxtla Chico. Había más de cien personas, en un pueblotan chico como Tuxtla Chico. También presentó su libro AlejandroUtrilla Alvarado, el nombre del volumen es El origen mítico ygeográfico del pueblo maya.
El profesor Armando Parra Lau presentó mi libro demanera magistral. Dijo que dejaba un testimonio valioso a travésde las entrevistas con los Premios Chiapas: Eraclio Zepeda, JuanBañuelos, Óscar Oliva, Marco Aurelio Carballo, Carlos Olmos… Lorecomendaba ampliamente para conocer mejor el Soconusco chiapanecoy el resto del estado.
Quien llegó como invitado especial de don Armandofue el general de la zona del Soconusco. Estuvo muy interesado ennuestras ponencias. Le obsequié un libro mío. Y al final me dijoel general, “No se imagina lo que favoreció el EZLN aChiapas”. Me quedé gratamente sorprendido. En la próxima visitaa Tapachula iré a ver a mi general quien me dará alguno de sustres libros. Es un general culto y escritor. Ojalá todos fueranasí.
Nuestro amigo Cheché también estuvo con nosotros enla mesa de honor. Cheché es oriundo de Tuxtla Chico y llegóacompañado de su papá. Desde aquí le mando muchos saludos yagradecimientos por su compañía. Enhorabuena.
Nos acompañó con su guitarra y bella voz MiguelÁngel Siu Sánchez. Siu es un cintalapaneco quien llegó deCintalapa nada más para amenizar el evento. Desde esta tribuna lemando un fuerte abrazo. El público lo aplaudía con enjundia. Lacanción “Yo soy Chiapas” la cantó con todo el corazón.También cantó “Cintalapa”.
Se dieron antojitos comitecos como, panes compuestosy salvadillo con temperante. Volaron, y eso que se repartieron másde doscientos panes compuestos y otro tanto de los salvadillos.También se dio agua de temperante con hielo. No faltó el pancoleto y el café de la región. Se vendieron muy bien nuestroslibros y los CDs del cantante Miguel Ángel Siu Sánchez. Quien sefue loco de contento a su querida Cintalapa.
Ya estando en Tuxtla Gutiérrez le hablé porteléfono a la casa del profesor Armando quien me dio los detallesdel general. Me dijo:
-El General de Brigada del Estado Mayor Jens PedroLohmann Iturburo, tenía mucho interés de las tradiciones ycostumbres de Tuxtla Chico. El notario público Morales Urioste lepreguntó y ellos coincidieron en que yo era el único que lespodía dar esa información. Y a través de Jorge GutiérrezFranco, presidente de la Cruz Roja de Tapachula, fue como llegó ami casa. Entonces vino y platicamos mucho. Él estuvo como agregadomilitar en Rusia, en Rumania y en Ucrania. Ha sido director de laEscuela Militar de Artillería y de la Escuela Superior deGuerra.
Cuando él llegó a mi casa llevaba una escolta.Ellos saben su protocolo, se colocaron en la esquina. La gentepensaba que la casa estaba tomada por el ejército. No sabiendo queestábamos tomando con el general un rico chocolate y pan muysabroso, que prepararon mis hijas.
Le pregunté al profesor Parra que cómo le habíaparecido el evento y él me dijo: “Tu sabes que la opinión delque está arriba no es la misma que la que está abajo. Pero yo lepregunté a varias personas y todos ellos dijeron que el evento leshabía gustado”. Qué más –le inquirí, y él me contestó,“pues que llegaron cien gentes, porque pusimos cien sillas ytodas estaban ocupadas”.