El miércoles pasado estuve en la presentación del libro Derecho Procesal Fiscal y Aduanero del Dr. Juan Rabindraná Cisneros García en coautoría con el Dr. Carlos JavIer Verduzco Reyna. Esto tuvo lugar en el Auditorio Jacinto Pallares de la facultad de Derecho de la UNAM. A las cinco de la tarde de una primavera. Muchos alumnos y profesores acompañaron la presentación con entusiasmo.
Algo que me llamó mucho la atención fue las palabras del Dr. Juan Rabindraná durante su intervención. Dijo que le había incluido un capítulo de los Derechos Humanos al mencionado libro. “Los derechos humanos son el ADN de cualquier derecho. No podía faltar en este libro –aseveró”. Todo mundo prestaba atención al académico. “Miren –acotó-, el ser humano es la razón de ser del derecho.”
Al final me acerqué a platicar con él. Le pregunté por qué le habían puesto Rabindraná. Y él me dijo que porque a su papá le gustaba leer al premio nobel de la India, Rabindraná Tagore. Le comenté que cuando estuve en Calcuta fui a la casa del escritor, que ahora es museo, y me acosté sobre la cama de Tagore.
El doctor contó una anécdota que le dio color a la tarde. Dijo: “Desde tenía 18 años ya litigaba. Pasó el tiempo y un día me cayó un caso que tenía que ver con el derecho aduanal. Le dije al empresario que iba a cobrar 50, 000 pesos con la esperanza que él desistiera porque no sabía mucho del derecho aduanal. El empresario me dijo, acepto. Y yo tuve que ponerme a estudiar y hablarle a maestros y amigos para que me ayudaran, porque el derecho aduanal es complicado. No es lo mismo litigar un divorcio que 15 contenedores de Chivas Regal.” Todo el mundo aplaudió.
El doctor Juan Ranbindraná me obsequió su libro. Yo le di en reciprocidad uno de los míos. Lo estoy leyendo, me parece una excelente obra y lo considero lectura obligada para cualquier persona estudiosa del derecho.