Chiapas es mágico, por su naturaleza, su riqueza gastronómica y toda la cultura que lo envuelve, sin duda, parte de ella son también las leyendas, historias que constituyen a nuestro estado, en la que se cuentan cosas que quizá en estos tiempos pueden resultar, difíciles de creer.
El Cañón del Sumidero, una belleza natural de México, tiene una leyenda en la que se plasma el valor y orgullo de los antiguos habitantes de Chiapas.
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Esta historia nos dice que los chiapanecas lucharon valientemente contra los conquistadores españoles. Se cuenta que esta notable población se acabó, no porque los conquistadores la hubiesen sometido, sino por la decisión propia de quitarse la vida antes que aceptar la dominación.
En 1528, sabedores de la fiereza de los indios chiapanecas, los españoles, al mando de Diego de Mazariegos, iban muy bien armados y con el apoyo de los pueblos vecinos, llegaron hasta el Peñón de Tepechtía, en el Cañón del Sumidero, donde, se dice, se libró la última batalla contra los valientes nativos.
Después de una feroz pelea, pronto se impusieron los españoles. Al verse cercados por el enemigo y ante el peligro de ser derrotados, no era para ellos una opción rendirse, por lo que se arrojaron al precipicio desde la peña que dominaba el río con su altura casi vertical. Familias enteras de chiapanecas se arrojaron al precipicio muriendo en este suicidio colectivo, según la fuente colonial más de 15.000, lo que provocó que las aguas del río se tiñeran de rojo.
Debido a que el capitán español, se conmovió ante lo que veía cesó el combate. Con los sobrevivientes surgieron las primeras encomiendas y en las orillas del río fue fundado un nuevo pueblo: Villarreal de los indios, la Chiapa de los indios: Chiapa de Corzo, que con la Chiapa de los españoles: San Cristóbal de las Casas, dieron nombre al estado.
La batalla en el Sumidero fue eternizada en el blasón de armas que el Emperador Carlos V concedió en 1535 a la ciudad de San Cristóbal de los Llanos de Chiapa.
Cierto o falso, la verdad es que para los chiapanecos, la leyenda del Sumidero es un símbolo de la ansiada libertad por la cual entregaron su vida nuestros antepasados.