La poética pictórica de Patricia Mota

PIEDRA DE TOQUE

Ricardo Cuéllar Valencia

  · jueves 23 de mayo de 2019

FOTO: CORTESÍA

Una mujer que pinta canta desde el ser

En sonoras armonías de matices fraguándose

Crea sonidos de luces en movimiento

Que su paleta sugiere en fresca inadvertencia

Desde el fuego en landas, erupciones, rezos y gestos

Donde la historia y el mito se entretejen

Y juegan para reinventar la vida mágica

y contada del hoy siendo, del ayer real,

Del siempre siendo.


La huella femenina es inconfundible

En el relato, el canto, el furor,

La ira, la complacencia y el deseo.


Hay una raíz femenina

En cada acto y gesto y decir humano suyo,

En cada sombra y luz de los días que observa.


Existe una belleza femenina

Que expone y luce sus secretos

Cada vez que el canto embriagado

El asombro natural y el delirio visionario

Hacen su presencia naturalmente extraordinaria

En esta tierra maldita y baldía,

Avara y siniestra, casi vacía.


Patricia Mota ha viajado

Por diversos universos del sueño

Y la realidad, los deseos y la fantasía

En perfecto apego a su existencia humana

Ave celeste asida a su vuelo diurno y nocturno.


Sus colores fluyen como búsquedas que hablan

De un tiempo en movimiento:

Tiempos violetas y amarillos, ocres y verdes

Donde las raíces son pájaros en holgura

O las libélulas una cifra siempre mensajera

Y el Movimiento Circular Maya

La perfecta señal del mito sacralizado.


Una fruta, un árbol, un río, una mujer, un hombre

Navegan con luz propia y actúan

En el orden mágico de sus presencias

Como la alborada cada amanecer

En ciertas obras de caballete y murales

De Patricia Mota que cifra en exacta presencia.

Pocas obras suyas registran el dolor

Basta una:

“No hay guerra justa o injusta,

Todo guerra es inútil”.


De pronto lo religioso y lo mítico

La sumen con ternura sublime

Y se deja llevar por las tradiciones

Prehispánicas, coloniales, cotidianas

Con devota contemplación

Donde los delicados matices

Crean irrealidades tan perfectas

Como una realidad revelada.


Suya es su vida viviéndose en los colores

En la concentración de la contemplación

Enel desciframiento de lo inaudito

En la sugerencia de lo imposible

A veces en el necesario relato de lo advertido.


La seduce la abstracción de realidades cósmicas

Donde los diálogos con el ser

La instalan en la pura metafísica

Y vuelve a nacer inventándose

En el origen mismo de su ser

En medio de cifras y signos

Enigmáticos y esotéricos

Como su propia realidad imaginaria.


Para Patricia Mota

Los colores son juego de sus fuegos

Invención, pura invención,

Siempre invención sagrada o profana

Una manera de ser: Poesía.


Una mujer que pinta canta desde el ser

Y descifra cifrando con alegría natural

El canto que le canta a la vida para seguir siendo.


Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, Enero 20 de 2016.


TEMAS