El corazón almacena ruinas y frescos olores Turbión de la sed extasiada En el filo de la rosa o la roca En el borde de la ola fulminante O la raíz madura Somos ecos del universo deshaciéndose Plegarias saltos y sobresaltos Entre todas las bellezas del día Entre los rumores alterados de las noches Que silban al oído del caminante Eres esplendida música de la sangre Desbordada desbordante devoradora Miel hirviendo en los sentidos Gacela de los músculos mascullando En el fluir de los huesos trepidantes Tu belleza inventa las luces que no veo En la pagana vida diaria Así se erige la verdad poseedora Fluvial tersa y alucinada De los estados del ser siendo Desde esa aventura sin par De un encuentro que sigue consumiéndose Entre los aleros del asombro Con su manantial festivo De la primera tarde indeleble Imperturbable Insumisa Tajante como un beso mordiendo la tierra Las sombras y el aire que consume la ciudad Donde todo refugio es un asalto maravilloso El joven Adán Muerto Sale de la mano de Abel A repetir el encuentro con Eva Vivimos en el Paraíso Perdido Comiendo hasta la saciedad todos los frutos De la sabiduría con una gula incontrolable Bebemos variados vinos de frutas Nos alimentan ensaladas afrodisíacas Con raíces de sabia suavidad Los paisajes se agitan Desbordados encantos surgen Entre las melenas del aire y la fascinación Nada nos interrumpe En el éxtasis De estar vivos celebrando la vida Aquí En el Paraíso Que estamos inventandoPara volver a ser siendo insumisos Todo se manifiesta y erige como un caudal De sonidos y formas naturalmente Bebemos leche del Árbol de la Vida Embriagados hasta el amanecer Allí se encuentra la princesa omeya Wallâda De cabellos rojos y ojos azules Que escribía desafiantes versos Bordados en los pliegues de su túnica A su amante, el poeta Ibn Zaydún Allí se leen los poemas de Hafsa amada de Ibn Sa’id Amo la bella Beatriz la de Dante A la amada Laura de Petrarca A Isabel de Freire de Garcilaso A Francois Sagan, admirable y sabia Amante verdadera de Chopin La perturbadora Susset Godart, la celeste Diótima, La dulce Sofhia Von Khun Y tantas otras que recuerdan Baudelaire y Darío No Flora ni Isolda Si la sabia barbuda Celestina El amor siempre está naciendo Cortés o no Pagano y sobre todo sagrado Amor sin pecado Dice Abdwahab Bouhdiba: La visión islámica de la sexualidad Busca la afirmación, la aceptación festiva No la renunciación morosa… El amor es la ley de la vida Del mundo del hombre La sexualidad desarrollada Es amor realizado en la alegría Son maneras de agradecer a Dios… Saciar el deseo en la alegría y agradecimiento es… El mejor de los caminos a seguir Boccaccio y su amor idealizado por María de Aquino Amor racional Amor cortes donde símbolo puro es la Dama Él es poeta ardiente cada vez que celebra la sabiduría del amor Ampuloso y frío para alabar a la mujer Allí cruzan la napolitana Panpinea la florentina Emilia Y Elisa la amada ardiente Para Boccaccio “las Musas son mujeres Y aunque las mujeres no valgan lo que las Musas Se parecen a ellas” Así pues que la picardía glorifica la voluptuosidad El amor cortes glorifica la castidad Allí en el Paraíso Deambulan tres poetas: Guido Cavalcanti, Dante Alighieri y Ciro de Pistoia Cantores del amor en versos del Stil novo De ti amo Las caricias atrapadas Fecundas En las pieles inventándose Que van al ser de la carne Gloriosamente desbastándose En sus milagros Perpetuamente renovados Vivimos en el Paraíso Deseante Inventado por el Deseo Real De las pasiones que nos hacen Cómo no amar a Lou Salomé La sabia amante de Nietzsche, Freud y Rilke Cómo no creer en las cartas a Melisa y Génica, por ejemplo Como no creer en las esquelas y pinturas a Lea Atómica O en la Loca del amor, Najkja Y otras como Anaís Nin, amada de Miller Sonoras musas de la poética vida ¡Tan sabias en el amor! ¡Tan bellas en el amor! ¡Tan lúcidas en el amor! Bella y sabia la lujuria querido Blake Del amor naciendo en la increatividad de la guerra Sabias ellas Alimento fecundo de la vida naciendo Así Leonora y Remedios En medio de todas las trampas Royendo sólo su sabiduría imperturbable Ante ti amo a todas las mujeres Entre todas las mujeres te amo a ti Solamente Sin más Con todo lo decible e indecible Mi amor real eres tú Beatriz Helena Tan perfectamente real Como el sol y las pieles que hemos inventado Desolladlas para volver a ser Irremediablemente Seguiremos siendo En las olas de ser estando O en la raíz madura