El domingo 26 de mayo fui nombrado por el presidente municipal, el licenciado Jesús Alberto Oropeza Nájera Huésped Distinguido de la ciudad de Ocosingo. El reconocimiento me lo entregó en lo que creo es madera de caoba y metal. Dice: “Dado en los Festejos del 455 Aniversario de la Fundación de Ocosingo. Recordando la proeza de Fray Pedro de Lorenzo de la Nada de traer a los pochutlas a este valle y fundar un nuevo barrio y abonar a los procesos de pacificación de nuestra zona”. El H. Ayuntamiento de Ocosingo en sesión de Cabildo acordó declarar a Hernán Becerra Pino (Premio Nacional de periodismo 1997 y 2005) Huésped Distinguido de esta ciudad. Como testimonio se entrega el presente, en la ciudad de Ocosingo Chiapas el día 26 de mayo de 2019. Firmado por el Lic. Jesús Alberto Oropeza Nájera. Presidente Municipal Constitucional de Ocosingo 2018-2021.
En un acto solemne del señor presidente en compañía de todos los miembros del cabildo, regidores y síndico fui declarado Huésped Distinguido y se me entregaron simbólicamente las Llaves de la Ciudad.
Después en la Cafetería La Habana tres chefs hombres y tres mujeres nos agasajaron con bocadillos que en Francia les llaman delicadezas. Y copas de vino con frutas de la región de la selva. Ahí el presidente a quien tenía a un lado me dijo: “En que le ayudo a su fundación”. Y yo le contesté, “en nada señor presidente. Con su cariño y amistad bastan”. Qué tal.
Al otro día entregué el Pakal de Oro en Ocosingo. Llegar a juntar a dos presidentes municipales, el Lic. Juan Oropeza, presidente de Ocosingo, municipio más grande del país y al Dr. Billy Chapman, presidente de Los Mochis, Sinaloa, municipio de Ahome, uno de los más productivos agropecuariamente hablando del país no fue fácil, pero lo logré. Los dos fueron premiados con el Pakal de Oro que da mi fundación. También me acompañó Maribel López Portillo, una de las empresarias más exitosas y productivas de Culiacán, Sinaloa.
Chapman me pidió la palabra. Le entregué el micrófono y quiso llorar cuando dijo, "Hace muchos años vine a conocer Chiapas y me compré tres piñitas por diez pesos. Cuando en mi tierra, el norte de Sinaloa, cuesta ochenta pesos cada una".
Quiero agradecer a don Armando Molina Nango quien nos proporción su cafetería La Habana y su restaurante Los equipales. También agradezco a mi amiga Silvia Ramos Kelly quien llegó de la ciudad de La Paz, Baja California Sur; a mi amiga Patricia Ramos Kelly, jefa de asesores del mero mero, quien se descolgó de Los Mochis, Sinaloa. Al bailarín que bailó la danza del venado y Zorba El Griego, quien llegó Sinaloa.
También agradezco la asistencia de Javier Siria, hijo de Javier Solís, quién nos ofreció su show. Cómo olvidar la participación con su canto alegre del maestro Miguel Ángel Siu. Al Premio Chiapas, Óscar Bonifaz, quien llevo al primer regidor de Comitán quien nos deleitó con su saxofón a ritmo jazz y blues. Y un saludo al maestro Armando Parra Lau quien nos llevó pan y chocolate de Tuxtla Chico, para todos. Y al príncipe maya Elías Chan Born Yuk, quien nos preparó como exótica maya prehispánica.
A título de colofón: Mi madre era un genio. Un día, antes de partir a la eternidad, me dijo: “Hijo, nos vamos a ir juntos… No existe el tiempo”. Ya ni Einstein.