Elogio a la vida humana

Ricardo Cuéllar Valencia

  · jueves 29 de noviembre de 2018

Para Juan Manuel Roca, Raúl Henao, Rafael Patiño y Carlos Bedoya, amigos eternos.


La realidad la inventamos de mil maneras desde las ideas y los deseos al aire libre la realidad es una metáfora -tantas metáforas como ideas y deseos- Inventar mítico, mágico, religioso, racional yo me invento en la sombra y la carne el sol nos pinta inventándonos La luna crea otros colores del ocaso a la auroraDebajo de la Gran Sombra que va y viene

Las realidades no duermen solas nosotros soñamos paso a pasoEl misterio es nuestro aliado milenario Antes de nacer y después de morir en la existencia es, ha sido, una luz múltiple

Las realidades se revelan una y otra vez en manos de los poetas, Pintores, músicos, artistas y también en filósofos, incluso en científicos cada vez que astillan evidencias

Las ideas navegan de sol a sol nadan en las aguas de la mar y encallan en islas, sólo en islas,Las ideas son inestables entre hojas de árboles y riscos del día Las pisan todos, excepto los aires Los deseos fluyen, son cantos armoniosos, No dejan de ser flores estallando viajan por la flora de la sangre se precipitan entre abismos y rocas de luz No dejan de ser ríos calcinantes o riachuelos en los poros de los amantes Los lenguajes de los deseos eran mudos:lagelados, humillados, lacerados, presos,Expulsados de la República Desde que los poetas les dieron voz, lugar,Flema y flama en manicomios, prisiones, Calles, alcobas, y la palabra escrita Las realidades nos inventan Entre dedos festivos, ojos mutuantes, labios lascivos Ellas siempre sumergidas en el sol de los sentidos Flotando en la luna Entre las carcajadas del cuerpo naciente

El cuerpo sumergido vomita de todo,Desatado se arrastra, erguido, elegante, Es insomne: camina entre abismos Reposa en el farol de Nerval E inicia cantos festivos desde los huesos, Novalis al observar el cadáver de Sophia Von Khun Lloró y pensó: Somos una metáfora que sangra El poeta no dormía, soñaba, solo veía el estrago iniciado hace siglos La muerte de la amada le descubrió El sentido del placer, desconocido, de saberse Así son los poetas verdaderos: Portan la sangre viva, limpia de estar siendo:Artaud no despreció a Génica AthanasiouTanto la poseyó que la dejo para dejarla viva En la plenitud de su cuerpo perfecto Ese poeta viajero por el cuerpo y el universo Destrozaba la carne maloliente de los amantes Y ofreció a Génica la libertad más allá del sexo El poeta es desembocadura Rizoma en el día y la noche Tan saturado como la velocidad del rayo Entre los nervios cuajados de tensiones Y el emerger de la sangre borboteante Que hace del pensamiento Un instante y el devenir de los otros No hay calma en el cuerpo que piensa Sólo la soledad es una herencia del homo sapiens Todo lo demás es fortuito, un tanto inútil Mira el bajo instinto, el animal desatado mordiéndose Ahora el sueño se desgarra de pies a cabeza Entre pesadillas y delirios, gritos y desprendimientos Hace posible el despido de desechos centenarios Con esa naturalidad perfecta de la carne En actos majestuosos, rutinarios En todas las horas de su transcurrir Lento, frío, cálido, agobiado o pleno El sueño no es un cumulo de visiones Atraídas por la imperfección de la memoria, Un rezago de acantilados o frutas en almíbar Nada de eso es real, el sueño no inventa El sueño es verbo activo Luz mirándose a sí misma En esa muerte que no muere en el instante Fragilidad del saber vivo, Actuante al lado de la razón pensante Más allá de esas luces que encendió Sócrates El sueño me mira y descubre Sin paz ni gloria, me sume y delata Es sólo una manera de ser del ver De mí, de todos en pleno descubierto Y, claro desconcierto del cuerpo

¡¡¡Ohhh!!!

Puebla, 12 de octubre de 2018.

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