…puedes decir de la historia todo lo que te pareciere, sin temor que te calumnien por el mal ni te premien por el bien que dijeres de ella.
Miguel de Cervantes, Prólogo.
La cita alude, por primera vez en la literatura de lengua castellana o española, a la libertad del lector, al lector que está creando Miguel de Cervantes, antes encerrado en los adoctrinamientos ideológicos. Punto.
Miguel de Cervantes fue no sólo el fundador de la novela moderna, también fue un poeta sobresaliente en verso y prosa. Conocía las técnicas de la escritura poética propias de la rica tradición desde el poema del Cid. Dominaba el verso culto y el popular. Su único libro de poesía publicado lo entregó a la imprenta dos años antes de morir (1616): “Viaje del Parnaso” (1614). El largo poema, en su conjunto, trata de la poesía y los poetas de su época. Es severo, no hace concesiones de ningún tipo. A los charlatanes no los deja más que en su lugar. Desde la poesía critica la poesía. Evidencia a los poetastros, esos amparados en los puestos públicos, las familias nobles y el poder de la Corte Hispánica. Trata en especial la envidia, cáncer real, del cual fue una víctima ansiada por esos impostores y falsarios, en varios sentidos, desde lo ideológico (ideas retardatarias), conceptual (teorías en desuso), así como el recurso a metáforas crípticas, emblemáticas desde las cuales cifra personajes y situaciones, recurso obligado, urgido, pues el socarrón de don Miguel tenía al frente de sus narices los inquisidores. El “Viaje del Parnaso” apenas en el siglo XX ha merecido serios y jocundos estudios en todos los continentes. Siempre escasos, es verdad.
Pero el reconocimiento medular a Miguel de Cervantes ha sido el de narrador. El “Quijote” desde el “Prólogo” a la Primera parte y los “Poemas preliminares” es ya una nueva propuesta. Rompe con los tradicionales en tanto que deja atrás, con solvencia y decisiva crítica, los elogios, sonetos y epigramas y las pretendidas citas y referencias eruditas. Apenas ha comenzado el dicho prólogo, aparece un diálogo con un amigo y el propio escritor convertido en personaje; aquel preocupado al verlo “indeciso” de cómo escribir el texto que no sabe cómo continuar le sugiere ideas, entre ellas, que no recurra a solicitar poemas elogiadores de otros, como se estilaba. El narrador decide escribir el mismo los poemas, muy diferentes a los de Lope de Vaga que se inventaba elogios de otros escritos por el mismo. Ahora, se trata de personajes literarios de obras de otros que comentan con humor las maneras de ser de sus propios personajes, especialmente a Don Quijote. Veamos los títulos: “Al libro de Don Quijote de la Mancha, Urganda la desconocida” (Urganda era la maga protectora de Amadís de Gaula); “Amadís de Gaula a Don Quijote de la Mancha” (Amadís es el protagonista más famoso de los libros de caballerías español de Garcí Rodríguez de Montalvo, publicado en 1496); “Don Belianís de Gracia a Don Quijote de la Mancha” (Belianís protagonista de la “Historia de Belianís de Grecia”, escrito por Jerónimo Fernández); “La señora Oriana a Dulcinea de Toboso”; “Gandalín, escudero de Amadís de Gaula, a Sancho Panza, escudero de Don Quijote”; “Del donoso, poeta entreverado, a Sancho Panza y Rocinante, (el donoso es un poeta que escribe poemas donde mezcla cosas diversas, como Gabriel Lobo Lasso de la Vega, amigo de Cervantes, quien pudo ser su colaborador, se dice); “Orlando Furioso a Don Quijote de la Mancha”; “El caballero del Febo a Don Quijote de la Mancha”, (Febo es el personaje del “Espejo de príncipes y caballeros” (1555) de Diego Ortúñez de Calahorra); “Don Solisdán a Don Quijote de la Mancha”; y “Diálogo entre Babieca y Rocinante”. En tales Poemas preliminares se trata de un selecto conjunto de míticos héroes caballerescos, quienes celebran el libro y honran a los protagonistas del Quijote, cada cual en su estilo apropiado a su personalidad. Por lo indicado se trata de literatura sobre la literatura, tratamiento nada usual por entonces. Antes en el prólogo al aparecer el narrador secundario (el amigo o alter ego) y el personaje escritor, este ha introducido un diálogo, técnica inusitada en los prólogos, desde donde, por lo tanto, empieza la novela, pues, indica claves sobre ella, además del mismo diálogo, propio de la narrativa. Aquí valga anotar, que acude Cervantes a una serie de conceptos para desorientar el lector del momento por varias razones, de las cuales me ocuparé en otra Piedra de toque.
En el mismo prólogo, paradójicamente, trae referencia eruditas, no para autoregocijarse, todo lo contrario, se trata de tomar distancia y poner en cuestión a los aludidos como, por ejemplo, los lectores de la Biblia que por ser un libro sagrado del cristianismo y de autoridad religiosa sus repetidores de frases y comentaristas, suponen arroparse en sus “verdades”; menciona a Platón y Aristóteles, de quienes se acerca y distancia a lo largo de la novela; cita el pintor griego, Zeuxius, creador del realismo pictórico (señal, casi secreta, para entender el remoto origen de su propio realismo narrativo), a quien casi nadie se refiere al comentar el prólogo; cuando menciona a Horacio, poeta lírico y satírico de la lengua latina y autor de la primera Ars poética, lo cita de memoria, afirma, para, decimos, desorientar el lector, pues en varias partes de la novela lo refiere y sigue. La primera cita que hace en el prólogo del maestro es ineludible recordarla: “Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas Regunque turres”: “la pálida muerte visita por igual la choza de los pobres y las torres de los reyes.” Estos sabios versos a partir de la cita de Cervantes se han reproducido y estudiado por numerosos cervantistas y críticos literarios.
Con franca y sutil ironía, el amigo consejero, pasa a mencionar situaciones literarias, personajes, obras y autores para que tenga el narrador referencias a la mano para escribir. En un punto y seguido cambia de discurso e inicia lo que se llama Poética, sus propias ideas de cómo entiende la literatura que ya ha escrito en la obra que tiene ante sus ojos el desocupado lector.
Nota: En un capítulo de mi tesis doctoral, “La poesía de Miguel de Cervantes visitada por siete biógrafos”, trato en detalle los mencionados Poemas preliminares de la Primera parte de “Don Quijote de la Mancha” y otros asuntos relacionados con la poesía de nuestro maestro de maestros de todos los tiempos. En otra Piedra de toque comentaremos las desorientaciones aludidas y citaremos y expondremos la Poética en mención. (Continuará).