La pandemia ha cambiado muchos aspectos de nuestras vidas. Además de reducir las salidas públicas al mínimo, hemos adoptado nuevos hábitos de consumo que también han permeado en la forma de concebir el vestir y el calzar.
La moda ha tenido que adaptarse a las nuevas exigencias del público y sobre todo a las crecientes necesidades, nuevas emociones y cambios de conducta social. Ansiedad económica, preocupación por la salud, inseguridad y adaptación forzada al encierro son algunos de los factores que nos han cambiado.
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Con estas nuevas experiencias, “las personas hacen compras más conscientes, dan mayor valor a los artículos, a su origen y calidad. Además de buscar piezas atemporales y durables”, cuenta Ana Zobeyda Anta, experta en tendencias de Prada, empresa mexicana con más de 60 años de experiencia en el diseño y confección de calzado.
Además, es indiscutible que también hemos adaptado nuestros estilismos al home office. “Desde la pandemia, los códigos de vestimenta se relajaron y empezó a reinar la comodidad. Verse bien, pero estar cómodo, con telas más confortables y looks más relajados, pero sin perder la elegancia y sofisticación”, asegura Mónica Bravo, Presidenta de la Asociación Internacional de Consultores de Imagen de la Ciudad de México (AICI), Personal Shopper y Master Trainer en asesoría de imagen y estilismo.
Como una obra de arte, cualquier tendencia de moda responde siempre al contexto en el que se genera y las influencias de su creador. “Los cambios en los colores, formas y texturas se dan en paralelo al progreso y transformación de la sociedad”, explica Ana, quien detalla cómo serán los cambios en las colorimetrías, diseños y materiales del calzado en 2022 consecuencia de la pandemia.
Tonos neutros atemporales
Antes había una diferenciación muy clara entre las colecciones primavera-verano y otoño-invierno, sobre todo en la gama cromática, pero ahora la paleta de color se vuelve más neutra y atemporal y los cromatismos se llevan todo el año.
“Vemos los tonos pastel unisex como el verde cucumber o el rosa orquídea. También se vuelven esenciales los tonos tierra y tostados como el color mantequilla”, asegura Anta y añade que este año veremos mucha presencia del color azul atlántico o del Very Peri, designado como Pantone 2022, porque son colores que transmiten seguridad, confianza y certidumbre; valores necesarios con la coyuntura actual.
Formas híbridas
Herencia y legado histórico son dos claves que determinan las formas 2022. Vemos el regreso de modelos que fueron icónicos en los 70 y 80 como una forma de reafirmarnos y recuperar lo que perdimos en la pandemia: la libertad de movimiento, liberación interpersonal y contacto con nuestros ancestros.
Plataformas, cuñas, estructuras cuadradas, zuecos se reafirman este año para otorgar comodidad y resistencia al calzado de la mujer. Veremos estos elementos en el Street style en sandalias, botas, zapatos y tenis. En cuanto a ellos, la tendencia es el calzado slip-on como las slippers o los mocasines; aunque la pieza estrella serán los sneakers combinados con todo tipo de outfits, formales y casuales.
Este clásico del deporte ha evolucionado al mercado del lifestyle gracias a la integración de materiales lujosos o reciclados y diseños en siluetas novedosas con plataforma o formas híbridas con talón descubierto tipo “mule”. “Es importante destacar las siluetas híbridas que fusionan varias tendencias tanto en mujer como en hombre. “Vemos, por ejemplo, sneakers mule, cerradas por delante y abiertas por detrás para ellos y formas que combinan el zapato Mary Jane con suela deportiva para ellas”, afirma Ana.
Materiales nobles y fibras naturales
El cuero seguirá siendo un clásico en el calzado de caballero, pero este año viene con pisos en materiales ligeros y con acentos de color o suelas preformadas con apariencia de serrucho, en este afán de encontrar un punto medio entre lo casual y lo formal.
Piel capitonada, trenzados en materiales de fibra natural, en yute y rafia para vestir los pies de las mujeres con volúmenes y combinados con pedrería, con gemas casi sin tratar. “Necesitamos reconectar con la naturaleza después de los meses de confinamiento y esto se refleja en diseños rústicos, artesanales inspirados en el mundo vegetal”, añade Anta.
Se diluyen las temporadas, se difuminan las tendencias y se mezclan los géneros para lograr piezas versátiles, que pueden llevarse todo el año y corresponden con la necesidad de sentirnos cómodos y seguros.
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