/ lunes 17 de enero de 2022

Blue Monday: ¿por qué es el día más triste del año?

Es un fenómeno mundial que se asocia con temas emocionales y creado por el psicólogo británico Cliff Arnall

Particularmente, los lunes, son los días más difíciles de la semana, ya que enmarcan un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de hacer lo que dejamos pendiente e implica volver a nuestras actividades diarias como el trabajo, el gimnasio y el tráfico, tras dos días de descanso.

Sin embargo, existe un lunes que es realmente deprimente. El tercer lunes desde hace 17 años se le conoce como Blue Monday o Lunes azul, y tiene la carga de ser el día más triste del año debido a la acumulación de las deudas post Navidad, la poca motivación por empezar un nuevo año, la presión por cumplir los propósitos de año nuevo, entre otras cargas emocionales, que son las responsables de que las personas se sientan tristes, esto según el psicólogo británico, Cliff Arnall, a quien se le atribuye la creación del Blue Monday.

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Así nació el Blue Monday

Según se cuenta, todo comenzó cuando la compañía de viajes Sky Travel le pidió al doctor Cliff Arnall, que calculara cuál era el mejor día para planificar las vacaciones de verano.

Para ello, el especialista creó una fórmula matemática tomando en cuenta factores como la economía, el sueldo, la motivación, el tiempo que ha transcurrido desde Navidad, el tiempo que ha pasado desde la última vez que se logró una meta, y la necesidad o deseo que se quiere de algo contra la realidad y posibilidades. Luego de analizar todo esto, determinó que el tercer lunes de enero es el más triste del año.

Aprende a comprender tus emociones

Si bien, en los últimos dos años hemos avanzado a pasos agigantados en temas de bienestar mental, aún podríamos asegurar que, cuando las personas se sienten tristes, el 90% de la gente te va a decir “no llores” y sólo un 10% te va a acompañar en tu tristeza.

Por ello, la psicoterapeuta Karina Eichner de Fear Karma te ayudará a comprender tus emociones y poder trabajarlas desde un punto de vista distinto.

“Nuestra cultura valora el lado luminoso más que el oscuro, pero la moneda siempre tiene dos lados. Nos gusta el lado positivo pero no el negativo aunque es inevitable vivirlo, es parte de la realidad. Nos da miedo, no sabemos cómo hacerle y por eso preferimos taparlo o salir de ahí”, explicó Eicher.

Ante este ahogo existencial se puede comprender el Blue Monday como la resbaladilla de bajada de la subida de fin de año, es un momento para reflexionar y estar en la contracción natural de la expansión navideña, es la soledad requerida después de la compañía de Año Nuevo.

Al aprender a fluir con la impermenencia y alternancia de la dualidad humana la lección es que cada experiencia nos trae un mensaje, un aprendizaje. Nos han enseñado a amar las experiencias expansivas y cuando estamos ahí, a no quererlas soltar.

Por otro lado, nos han condicionado a evitar las experiencias restrictivas o el famoso “bajón” y a quererlas soltar lo antes posible. La realidad es que por más que nos agarremos de lo positivo y no queramos entrarle a lo negativo, ambos vendrán, la diferencia es que si fluimos con sus mensajes podremos aprender sus lecciones y sobre todo la lección del flujo que nos traen.

La tristeza es la respuesta natural a ciertos eventos de vida. La prevalencia de la depresión en nuestros tiempos responde precisamente a este fenómeno, una depresión son muchas tristezas no sentidas, reprimidas por “estar bien” por querer pura expansión.

¿cuál es el mensaje que nos trae el Blue Monday?

En el invierno es cuando la semillas se abren en la tierra, por lo tanto en el Blue Monday se meten a nuestras vidas las ideas profundas que van a germinar más tarde en el año, éstas normalmente ocurren en soledad y en un estado de ánimo bajo.

Quizás nos cuestionamos de que estamos hartos o donde radica nuestra insatisfacción para así poder generar las semillas de los nuevos árboles de nuestra vida.

Es importante aprender a soportar la incomodidad de la tristeza, relajarnos bajo su peso nostálgico sin prisa de salir de ahí, haciéndonos conscientes de nuestra vulnerabilidad que es la semilla de la fortaleza que nacerá pronto. La verdadera fuerza viene de la alternancia voluntaria y gozosa de debilidad y fortaleza que nos da flexibilidad de vivir la vida como es.



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Particularmente, los lunes, son los días más difíciles de la semana, ya que enmarcan un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de hacer lo que dejamos pendiente e implica volver a nuestras actividades diarias como el trabajo, el gimnasio y el tráfico, tras dos días de descanso.

Sin embargo, existe un lunes que es realmente deprimente. El tercer lunes desde hace 17 años se le conoce como Blue Monday o Lunes azul, y tiene la carga de ser el día más triste del año debido a la acumulación de las deudas post Navidad, la poca motivación por empezar un nuevo año, la presión por cumplir los propósitos de año nuevo, entre otras cargas emocionales, que son las responsables de que las personas se sientan tristes, esto según el psicólogo británico, Cliff Arnall, a quien se le atribuye la creación del Blue Monday.

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Así nació el Blue Monday

Según se cuenta, todo comenzó cuando la compañía de viajes Sky Travel le pidió al doctor Cliff Arnall, que calculara cuál era el mejor día para planificar las vacaciones de verano.

Para ello, el especialista creó una fórmula matemática tomando en cuenta factores como la economía, el sueldo, la motivación, el tiempo que ha transcurrido desde Navidad, el tiempo que ha pasado desde la última vez que se logró una meta, y la necesidad o deseo que se quiere de algo contra la realidad y posibilidades. Luego de analizar todo esto, determinó que el tercer lunes de enero es el más triste del año.

Aprende a comprender tus emociones

Si bien, en los últimos dos años hemos avanzado a pasos agigantados en temas de bienestar mental, aún podríamos asegurar que, cuando las personas se sienten tristes, el 90% de la gente te va a decir “no llores” y sólo un 10% te va a acompañar en tu tristeza.

Por ello, la psicoterapeuta Karina Eichner de Fear Karma te ayudará a comprender tus emociones y poder trabajarlas desde un punto de vista distinto.

“Nuestra cultura valora el lado luminoso más que el oscuro, pero la moneda siempre tiene dos lados. Nos gusta el lado positivo pero no el negativo aunque es inevitable vivirlo, es parte de la realidad. Nos da miedo, no sabemos cómo hacerle y por eso preferimos taparlo o salir de ahí”, explicó Eicher.

Ante este ahogo existencial se puede comprender el Blue Monday como la resbaladilla de bajada de la subida de fin de año, es un momento para reflexionar y estar en la contracción natural de la expansión navideña, es la soledad requerida después de la compañía de Año Nuevo.

Al aprender a fluir con la impermenencia y alternancia de la dualidad humana la lección es que cada experiencia nos trae un mensaje, un aprendizaje. Nos han enseñado a amar las experiencias expansivas y cuando estamos ahí, a no quererlas soltar.

Por otro lado, nos han condicionado a evitar las experiencias restrictivas o el famoso “bajón” y a quererlas soltar lo antes posible. La realidad es que por más que nos agarremos de lo positivo y no queramos entrarle a lo negativo, ambos vendrán, la diferencia es que si fluimos con sus mensajes podremos aprender sus lecciones y sobre todo la lección del flujo que nos traen.

La tristeza es la respuesta natural a ciertos eventos de vida. La prevalencia de la depresión en nuestros tiempos responde precisamente a este fenómeno, una depresión son muchas tristezas no sentidas, reprimidas por “estar bien” por querer pura expansión.

¿cuál es el mensaje que nos trae el Blue Monday?

En el invierno es cuando la semillas se abren en la tierra, por lo tanto en el Blue Monday se meten a nuestras vidas las ideas profundas que van a germinar más tarde en el año, éstas normalmente ocurren en soledad y en un estado de ánimo bajo.

Quizás nos cuestionamos de que estamos hartos o donde radica nuestra insatisfacción para así poder generar las semillas de los nuevos árboles de nuestra vida.

Es importante aprender a soportar la incomodidad de la tristeza, relajarnos bajo su peso nostálgico sin prisa de salir de ahí, haciéndonos conscientes de nuestra vulnerabilidad que es la semilla de la fortaleza que nacerá pronto. La verdadera fuerza viene de la alternancia voluntaria y gozosa de debilidad y fortaleza que nos da flexibilidad de vivir la vida como es.



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