/ lunes 2 de diciembre de 2024

Salud en la red / La humanización debe ser el eje central de los desafíos del profesionalismo en el sector salud

En la búsqueda constante por brindar atención médica integral y de calidad, surge un aspecto fundamental que no siempre es considerado: el sentido humanista en la práctica médica. Al estudiar la carrera de Medicina, los futuros profesionales dedican años de estudio para adquirir conocimientos científicos y habilidades técnicas, pero ¿qué sucede con la importancia de cultivar un enfoque humano en su labor?; la medicina no se trata únicamente de diagnosticar enfermedades y aplicar tratamientos, sino también de establecer una conexión genuina con los pacientes, comprender sus preocupaciones, brindar apoyo emocional y fomentar la empatía en cada interacción, una vez que un médico adquiere este sentido humanista, descubre cómo un enfoque centrado en el paciente no solo mejora los resultados médicos y su aceptación con el paciente, sino que también favorece su salud.

Cuando mencionamos el humanismo en salud hacemos referencia a esa actitud de tratar a las personas con dignidad y respeto, a modelos de relación y asistencia centrados en la persona y al tratamiento del ser humano en su conjunto, de una forma integral; enfocados en el bienestar emocional y mental del paciente, más allá de su enfermedad o dolencia física. La crisis causada por la COVID- 19 puso en manifiesto los cuidados de la salud de las personas que sufren una enfermedad; el aislamiento que mantuvieron, el sufrimiento, desconcierto, soledad y miedo al que pasará, hizo significativa aquella parte de humanidad en la que se requiere el apoyo integral y una mayor inversión por los sectores; nos hizo más conscientes de que la salud no se reduce a algo puramente biológico, sino que afecta a la persona de forma integral e inclusive a su familia; logrando hacer evidente la importancia y la diferencia de que la intervención sanitaria debe tener también una perspectiva holística, global, integral, como el canon ideal de la salud.

Haciendo un paréntesis, hay quienes piensan que lo holístico es algo fuera de la ciencia, sin embargo de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, dicho término pertenece o se refiere al holismo, una doctrina que promueve la concepción de cada realidad como un todo, distinto de la suma de las partes que lo componen.Proviene del griego: “holos/n”: todo, entero, total, completo, y suele usarse como sinónimo de “integral”. Acompañar y cuidar al paciente en sentido holístico significa entonces considerar a las personas en todas sus dimensiones, es decir en la dimensión física, intelectual, social, emocional, espiritual, religiosa –según sus creencias– y económica; de este modo, que el concepto de salud que se requiere y propone para un cuidado integral no se conforma con considerarla como la ausencia de enfermedad o dolencia” (según laOMS-WHO, 1946) sino como el “estado de completo de bienestar físico, mental y social, puesto que así no se reduce a la salud a una mera afección corporal, superando con ello criterios exclusivamente somáticos y organicistas, contemplando así la atención y la reacción de la salud del paciente que son muy importantes como son los agentes de interacción –el trato personal, las instalaciones, los olores, entre muchos otros–, que en los últimos estudios científicos han demostrado que cosas tan insignificantes para unos, como la vista a un paisaje por la ventana de un hospital, pueden hacer que el paciente reaccione mejor al tratamiento al no sumergirlo en ansiedad o depresión mayor.

El “modelo integral” u “holístico” de intervención en el cuidado a las personas enfermas y sus familias supone no sólo considerar al hombre en todas sus partes (cuerpo, psique, sentimientos, relaciones, valores, creencias, cultura, economía, etcetera), sino que consiste en partir de la complejidad del ser humano y del mundo entero atravesado por la vulnerabilidad e interaccionando con la totalidad de los sujetos, produciéndose una concatenación de vínculos que pueden favorecer o entorpecer los procesos de salud. Lo anterior resulta preponderante, en los casos en que se necesita y quiere tener ese soporte positivo, sobre la base de los protocolos de cuidados de una enfermedad cuyo origen pueda ser infeccioso o no -donde su entorno de confianza (la familia y hogar) no puedan estar presente-, de las únicas personas con las que se tendrá contacto, que será el personal médico que brindalos cuidados.

Es por ello, que esta pandemia deCOVID-19 no ha dejado a nadie indiferente, al sentir tan cercanas tantasexperiencias de sufrimiento, soledad, dolor, angustia, desolación y miedo entodas las personas que se contagiaron, así como en sus familias y amigos; estasexperiencias tocan la esencia del ser humano y dejan huella para siempre; sobrela base de esa situación extrema vivida, llevo a cuestionarse, reflexionar yanalizar desde el punto de vista de las personas como abordar correctamente losmecanismos de atención a los pacientes y en todo su entorno, abordar la saluddesde una verdadera forma integral, no solo desde los efectos físicos, si notambién los aspectos psicológicos y socioeconómicos, para contemplar al ser humanocomo un todo, de manera integral.

En esta nueva etapa ha llegado lanecesidad de una restructuración de principios sociales como los valores y las actitudes, de los cuales se pueda dirigir el desarrollo y la perduración de la vida humana y la integración del ser en forma integral. Un inconveniente que hallegado con este nuevo siglo es la globalización, en cuanto a tecnología y la explotación económica de los servicios de salud, lo que provoca una fuerte dificultad a la hora de mantener el compromiso social, sumando a esto la problemática de salud –que es uno de los principales pilares para el desarrollo social y económico– que se traduce en la acentuación de la brecha de desigualdad social al acceso de la salud; ante ello, poner nuestros intereses en la humanización de la atención médica supone un beneficio para el desarrollo individual de los pacientes y una economía próspera y sostenible.

Las personas por medio del trato humano pueden también sanar y así desarrollar su ser de forma correcta, pero la perdida de principios ha causado que el hombre se separe del hombre, es decir, el trato del trabajador sanitario con el paciente ha dejado de ser digno, alejándose de la conciencia social, confianza, respeto, honestidad, integridad y respeto holístico; es imprescindible que losprofesionales sean competentes pero también con valores basados en la excelencia, eficiencia y humanismo, poniendo los intereses de lo pacientes porencima de todo; para esto hay que apostarle a la capacitación y certificación de los establecimientos de salud en humanismo.

La humanización debería ser una prioridad de implementación obligatoria en todos los centros sanitarios, tanto públicos como privados y convertirse en la piedra angular del cuidado integral y auténtico a los pacientes y también de sus familias; así como de cualquiera política sanitaria en el futuro. Ante lo anterior, no cabe duda de que la humanización de la salud es uno de los principales retos de nuestro actual sistema sanitario; siendo los nuevos marcos colaborativos (APP) con equipos multidisciplinares los que pongan manos a la obra para abordar los múltiples problemas expuestos actualmente en el sector salud, como es la demanda en la capacidad de atención sanitaria para la población –medicamentos y servicios médicos–;que sobre las estadísticas mundiales, sin ser México la excepción a la regla, ante el notable incremento de enfermedades crónicas no transmisibles y el covid largo y sus consecuencias, se requiere una mayor inversión -eficiente-tanto publica, como privada en este sector.

Antelo anterior, FundaciónRedSalud Internacional este 2025 adopta el lema “Edificando Comunidades yCiudades Saludables” buscando contribuir en mejorar la salud, el bienestar y la equidad a través de la implementación de acciones sociales, cooperativas y participativas de forma intersectorial; poniendo como punto focal el humanismo como valor intrínseco de nuestro trabajo en toda la cadena de valor.


Comentarios:direccion@rsalud.com.mx

En la búsqueda constante por brindar atención médica integral y de calidad, surge un aspecto fundamental que no siempre es considerado: el sentido humanista en la práctica médica. Al estudiar la carrera de Medicina, los futuros profesionales dedican años de estudio para adquirir conocimientos científicos y habilidades técnicas, pero ¿qué sucede con la importancia de cultivar un enfoque humano en su labor?; la medicina no se trata únicamente de diagnosticar enfermedades y aplicar tratamientos, sino también de establecer una conexión genuina con los pacientes, comprender sus preocupaciones, brindar apoyo emocional y fomentar la empatía en cada interacción, una vez que un médico adquiere este sentido humanista, descubre cómo un enfoque centrado en el paciente no solo mejora los resultados médicos y su aceptación con el paciente, sino que también favorece su salud.

Cuando mencionamos el humanismo en salud hacemos referencia a esa actitud de tratar a las personas con dignidad y respeto, a modelos de relación y asistencia centrados en la persona y al tratamiento del ser humano en su conjunto, de una forma integral; enfocados en el bienestar emocional y mental del paciente, más allá de su enfermedad o dolencia física. La crisis causada por la COVID- 19 puso en manifiesto los cuidados de la salud de las personas que sufren una enfermedad; el aislamiento que mantuvieron, el sufrimiento, desconcierto, soledad y miedo al que pasará, hizo significativa aquella parte de humanidad en la que se requiere el apoyo integral y una mayor inversión por los sectores; nos hizo más conscientes de que la salud no se reduce a algo puramente biológico, sino que afecta a la persona de forma integral e inclusive a su familia; logrando hacer evidente la importancia y la diferencia de que la intervención sanitaria debe tener también una perspectiva holística, global, integral, como el canon ideal de la salud.

Haciendo un paréntesis, hay quienes piensan que lo holístico es algo fuera de la ciencia, sin embargo de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, dicho término pertenece o se refiere al holismo, una doctrina que promueve la concepción de cada realidad como un todo, distinto de la suma de las partes que lo componen.Proviene del griego: “holos/n”: todo, entero, total, completo, y suele usarse como sinónimo de “integral”. Acompañar y cuidar al paciente en sentido holístico significa entonces considerar a las personas en todas sus dimensiones, es decir en la dimensión física, intelectual, social, emocional, espiritual, religiosa –según sus creencias– y económica; de este modo, que el concepto de salud que se requiere y propone para un cuidado integral no se conforma con considerarla como la ausencia de enfermedad o dolencia” (según laOMS-WHO, 1946) sino como el “estado de completo de bienestar físico, mental y social, puesto que así no se reduce a la salud a una mera afección corporal, superando con ello criterios exclusivamente somáticos y organicistas, contemplando así la atención y la reacción de la salud del paciente que son muy importantes como son los agentes de interacción –el trato personal, las instalaciones, los olores, entre muchos otros–, que en los últimos estudios científicos han demostrado que cosas tan insignificantes para unos, como la vista a un paisaje por la ventana de un hospital, pueden hacer que el paciente reaccione mejor al tratamiento al no sumergirlo en ansiedad o depresión mayor.

El “modelo integral” u “holístico” de intervención en el cuidado a las personas enfermas y sus familias supone no sólo considerar al hombre en todas sus partes (cuerpo, psique, sentimientos, relaciones, valores, creencias, cultura, economía, etcetera), sino que consiste en partir de la complejidad del ser humano y del mundo entero atravesado por la vulnerabilidad e interaccionando con la totalidad de los sujetos, produciéndose una concatenación de vínculos que pueden favorecer o entorpecer los procesos de salud. Lo anterior resulta preponderante, en los casos en que se necesita y quiere tener ese soporte positivo, sobre la base de los protocolos de cuidados de una enfermedad cuyo origen pueda ser infeccioso o no -donde su entorno de confianza (la familia y hogar) no puedan estar presente-, de las únicas personas con las que se tendrá contacto, que será el personal médico que brindalos cuidados.

Es por ello, que esta pandemia deCOVID-19 no ha dejado a nadie indiferente, al sentir tan cercanas tantasexperiencias de sufrimiento, soledad, dolor, angustia, desolación y miedo entodas las personas que se contagiaron, así como en sus familias y amigos; estasexperiencias tocan la esencia del ser humano y dejan huella para siempre; sobrela base de esa situación extrema vivida, llevo a cuestionarse, reflexionar yanalizar desde el punto de vista de las personas como abordar correctamente losmecanismos de atención a los pacientes y en todo su entorno, abordar la saluddesde una verdadera forma integral, no solo desde los efectos físicos, si notambién los aspectos psicológicos y socioeconómicos, para contemplar al ser humanocomo un todo, de manera integral.

En esta nueva etapa ha llegado lanecesidad de una restructuración de principios sociales como los valores y las actitudes, de los cuales se pueda dirigir el desarrollo y la perduración de la vida humana y la integración del ser en forma integral. Un inconveniente que hallegado con este nuevo siglo es la globalización, en cuanto a tecnología y la explotación económica de los servicios de salud, lo que provoca una fuerte dificultad a la hora de mantener el compromiso social, sumando a esto la problemática de salud –que es uno de los principales pilares para el desarrollo social y económico– que se traduce en la acentuación de la brecha de desigualdad social al acceso de la salud; ante ello, poner nuestros intereses en la humanización de la atención médica supone un beneficio para el desarrollo individual de los pacientes y una economía próspera y sostenible.

Las personas por medio del trato humano pueden también sanar y así desarrollar su ser de forma correcta, pero la perdida de principios ha causado que el hombre se separe del hombre, es decir, el trato del trabajador sanitario con el paciente ha dejado de ser digno, alejándose de la conciencia social, confianza, respeto, honestidad, integridad y respeto holístico; es imprescindible que losprofesionales sean competentes pero también con valores basados en la excelencia, eficiencia y humanismo, poniendo los intereses de lo pacientes porencima de todo; para esto hay que apostarle a la capacitación y certificación de los establecimientos de salud en humanismo.

La humanización debería ser una prioridad de implementación obligatoria en todos los centros sanitarios, tanto públicos como privados y convertirse en la piedra angular del cuidado integral y auténtico a los pacientes y también de sus familias; así como de cualquiera política sanitaria en el futuro. Ante lo anterior, no cabe duda de que la humanización de la salud es uno de los principales retos de nuestro actual sistema sanitario; siendo los nuevos marcos colaborativos (APP) con equipos multidisciplinares los que pongan manos a la obra para abordar los múltiples problemas expuestos actualmente en el sector salud, como es la demanda en la capacidad de atención sanitaria para la población –medicamentos y servicios médicos–;que sobre las estadísticas mundiales, sin ser México la excepción a la regla, ante el notable incremento de enfermedades crónicas no transmisibles y el covid largo y sus consecuencias, se requiere una mayor inversión -eficiente-tanto publica, como privada en este sector.

Antelo anterior, FundaciónRedSalud Internacional este 2025 adopta el lema “Edificando Comunidades yCiudades Saludables” buscando contribuir en mejorar la salud, el bienestar y la equidad a través de la implementación de acciones sociales, cooperativas y participativas de forma intersectorial; poniendo como punto focal el humanismo como valor intrínseco de nuestro trabajo en toda la cadena de valor.


Comentarios:direccion@rsalud.com.mx

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