Leer para: Aprender; conocer; saber más; informarse; instruirse y mejorar la salud, son solo algunas de las muchas bondades que se le atribuyen a la lectura, pero, ¿por qué no añadir la cualidad de la generación de vínculos sociales?
La lectura es una de las piedras angulares para la adquisición de conocimiento, marcará e influenciará nuestra forma de ser y, por lo tanto, nuestras vidas, desde la niñez hasta nuestra etapa adulta. Todo lo que nos rodea es lectura, nadie puede prohibirnos leer, al igual que no pueden prohibirnos pensar o generar conocimiento, hoy en día contamos con la libertad de leer en cualquier momento y sea lo que sea que queramos; es más ahora mismo estás leyendo esta columna y es muy probable que hace unos minutos estuvieras leyendo una nota en el trabajo, un libro, una receta de cocina, un correo o las redes sociales. Leer, es y será una forma de comunicación esencial para estar conectado al mundo y al resto de personas; pero también es la principal fuente de información, sin la lectura no adquiriríamos la información para tomar decisiones en nuestra vida; por lo tanto se vuelve algo tan esencial que es un habito que debemos alimentar a lo largo de nuestras vidas.
He expuesto ya algunas de las muchísimas razones por las que leer es más que importante para nuestras vidas, pero hay una más que pudiera ser controversial sin un debido análisis, que es la de influenciar la toma de decisiones de las personas, y puede ser polémica, porque tal como he dicho, uno de los principales beneficios de leer es que al fin y al cabo la lectura nos hace libres, por lo que influir en la consciencia de los individuos parece contraponerse con dicha libertad, sin embargo es precisamente nuestro albedrío el que nos permite valorar cada cosa que leemos y así identificar las intenciones del escritor, y en consecuencia si sus palabras nos impactaran de manera positiva o negativa.
Ante lo anterior, imagínate el impacto que pueden tener mensajes positivos a través del poder de la lectura y lo que se podría lograr si se desarrollará un trabajo de educación, sensibilización y visualización por medio de cuentos cortos, donde las infancias y las adolescencias puedan entrar a mundos imaginarios y conocer más allá de su entorno, manteniéndolos conectados con las problemáticas sociales que existen o con los peligros que pueden enfrentar en su día a día, así como saber expresar y manejar sus emociones a través de un cuento; pero además influenciándolos en un camino de solidaridad, generosidad y altruismo a través del voluntariado.
En México viven casi 40 millones de niños, niñas y adolescentes y las problemáticas que los afectan son muchas: violencia, obesidad o desnutrición, bajo aprovechamiento escolar, inasistencia a la escuela, pobreza, problemas de salud, acoso escolar, entre otros; y a pesar del progreso que hay en México en cuanto a los derechos de los niños, niñas y adolescentes, aún existen brechas y obstáculos que les impiden el acceso universal y equitativo para su pleno ejercicio, dejándolos en condiciones de desigualdad y vulnerabilidad; por lo que a medida que cada niño va creciendo, se volverá más consciente de las complejidades del mundo, al observar, escuchar y vivir más crudamente cada una de ellas; pero una realidad es que cerca del 60% de los mexicanos no conoce sus derechos sociales (CESOP), es por ello que es muy importante establecer mecanismos efectivos que permitan conocer nuestros derechos, para poder exigirlos y hacerlos valer: "No olvidemos nunca que un libro, un lápiz, un niño y un profesor pueden cambiar al mundo" Malala Yousafzai.
El alfabetismo infantil funcional, mediante política de aprendizajes fundamentales, es la oportunidad de empoderar a los niños, niñas y jóvenes -inclusive adultos- para mejorar la vida a través del conocimiento de sus derechos y las problemáticas que viven sus generaciones y ampliar sus capacidades, lo que seguramente reducirá la pobreza, desarrollará una educación de calidad y aumentará la oportunidad de una mayor calidad de vida, teniendo efectos positivos en la salud y el desarrollo sostenible.
Hoy en día se entiende que la alfabetización no sólo es la oralización de un texto, trazar letras o frases, sino también la comprensión de ideas y los cálculos matemáticos. Es un proceso continuo de aprendizaje y conocimiento a lo largo de la vida y forma parte de un conjunto más amplio de competencias. Por ello, la alfabetización inicial representa el derecho primigenio por definición.
México tiene una gran oportunidad para acelerar la justicia social, reducir el costo fiscal, social y privado, e incluso elevar su PIB si consideramos los aprendizajes fundamentales como parte medular de la educación, incluyendo, entre otros objetivos, lograr la alfabetización inicial de las niñas y los niños en los primeros años de la escolaridad básica. El 95.8% de la población mexicana sabe leer y escribir de acuerdo con los censos de población, pero alcanzar un alfabetismo funcional que permita a los niños comprender, calcular, interpretar y aplicar lo aprendido en su vida diaria es el reto mayor que persiste.
El 44% de las niñas y los niños con menos de 15 años en México dentro y fuera de la escuela cuentan con las habilidades básicas, de acuerdo con un informe de 2024 publicado por la UNESCO, la OCDE y la Secretaría de la Mancomunidad Británica de Naciones. Los autores del informe (Gust, Hanushek y Woessmann) proyectaban desde 2023 que el país podría triplicar su PIB si todas las niñas y niños lograran los aprendizajes fundamentales en la edad adecuada, como lo indican en su estudio "Habilidades básicas universales globales: déficits actuales e implicaciones para el desarrollo mundial".
El derecho a la educación no sólo abarca el ir a la escuela, también es el derecho a aprender, iniciando por el conocimiento de sus derechos para que puedan luchar por ellos, siendo así conscientes de las problemáticas sociales que les impiden tener una vida de calidad.
Seguir con la transformación de la alfabetización no sólo beneficiaría a las niñas y los niños, sino también a sus familias, especialmente aquellas en situación de desventaja para romper ciclos de pobreza y desigualdad. Por ejemplo: "Una persona totalmente alfabetizada accede a 5,000 años de cultura escrita", afirma Valentina Uribe, directora de la Fundación Zorro Rojo, "y eso le permite tomar decisiones y liderar su propio proyecto de vida".
Exponiendo todo lo anterior, me pregunto que resultados tendríamos si iniciamos con un programa de alfabetización inicial que incluya información fundamental, para desarrollar consciencia de las problemáticas sociales y de sus propios derechos, dirigido a niñas, niños y adolescentes, permitiéndonos construir desde edades tempranas una nueva visión del mundo, un mundo real en donde a través de la lectura y la diversión influenciemos a las infancias a su auto cuidado y regulación.
Los niños son nuestro futuro, aunque esto ya haya sido muy escuchado, dependerá de ellos construir un mejor porvenir para nuestro mundo, y de nosotros depende ayudarlos a construir y conseguir la mejor versión de ellos; por ello, trabajar desde las infancias y adolescencias es primordial si se quiere alcanzar un México próspero, justo e incluyente para todos.
Si conocemos nuestra historia estaremos destinados a no repetirla y así estar en condiciones de revertir las estadísticas que hoy se presentan en las infancias y las adolescencias en México:
1. El 51% de los niñas, niños y adolescentes viven en pobreza, afectando particularmente a la población indígena;
2. Ocupamos el primer lugar mundial en obesidad infantil, al mismo tiempo 12% de los niños y niñas menores de 5 años padecen desnutrición crónica;
3. La Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) reveló que, durante 2020, mil 150 niñas, niños o adolescentes en México decidieron suicidarse, es decir, un promedio de tres casos por día.
4. Además, diariamente son asesinados en promedio 3 niñas, niños y adolescentes; la detención de los niños, niñas y adolescentes migrantes sigue siendo una práctica en el país, impidiendo que gocen de otros derechos como educación y salud; ente muchas problemáticas más…
Estos fríos números no son solo datos, pues detrás de cada uno de ellos hay una historia real, una de sufrimiento y opresión en la que un niño o una niña que vive en pobreza, sufre violencia, no va a la escuela, no tiene acceso a un servicio de salud adecuado o se ve obligado a abandonar su casa buscando mejores oportunidades, a veces en total soledad.
Es por ello que nuestro compromiso primordial debe ser construir desde etapas tempranas la consciencia social, fomentando el respeto y la armonía entre los miembros de la sociedad, desarrollando la capacidad de percibir, reconocer y comprender las necesidades y problemas de nuestras comunidades, entidades o grupos sociales; pero ello depende de tres capacidades: Apego, Autorregulación y Empatía. Los recuerdos en el registro interpersonal de experiencias provienen del contacto con la información y las circunstancias del entorno, pero si estás se vuelven positivas y son enriquecedoras, los niños suelen asociar todas las interacciones futuras en el contexto de recuerdos positivos de sus apegos principales, lo que propicia la posibilidad de fomentar una extensa gama de relaciones, de ellas conocerán el valor de los demás; otra buena razón por la que la educación con consciencia social contribuye a alcanzar el desarrollo sostenible. Todo gracias a que se desarrollan habilidades para el bienestar colectivo.
Hoy, aunque hemos avanzado mucho en temas de derechos humanos, todavía existe un largo camino por recorrer si queremos alcanzar derechos y reconocimiento para todos por igual, entonces debemos preocuparnos por educar con consciencia social, enseñándola a las infancias y adolescencias para conseguir adultos más participativos y preocupados por su entorno, formando personas que puedan identificar injusticias y participen activamente por resolverlas.
Ante lo anterior Fundación RedSalud y Caballo de Batalla editorial crean "Cuentos con Causa" en colaboración con muchas entidades públicas y privadas y sociedad civil, como una iniciativa social que tiene la intención de fomentar el hábito de la lectura, ayudando a la creación de vínculos entre lectores, escritores y narradores, así como la adquisición de conocimientos en problemáticas sociales y derechos humanos en las infancias y adolescencias.
Este programa tiene como finalidad fomentar y estimular los hábitos de lectura en los niños, niñas y adolescencias, a través de las historias y relatos plasmados en los cuentos podremos inculcar valores, cohesión social y la promoción a la paz.
En RedSalud Internacional sabemos que la educación en consciencia social es el futuro del mundo; mientras más niños y jóvenes crezcan con los valores de respeto, empatía e inclusión y el principio de sostenibilidad como norte, tendremos sociedades más tolerantes a las diferencias; sociedades en que hombres y mujeres sin importar su religión, ideología o cultura tengan la oportunidad de participar en la construcción de su entorno, en el que sus ideas sean escuchadas y sumen en crear comunidades más justas y mejores.
Por este motivo te invitamos a educar a nuestros niños y jóvenes con consciencia social, para que los hombres y mujeres del futuro puedan vivir en un mundo que respete y acepte sus diferencias y garantice sus derechos por igual. Si deseas participar en actividades que fomenten la consciencia social en las niñas, niños y jóvenes, te invitamos a contactarnos y a seguir el trabajo que llevamos en Fundación Redsalud internacional.
Correo: direccion@rsalud.com.mx