Pese haber obtenidomil 500 votos menos que el candidato ganador y haber quedado prácticamente enempate técnico con el segundo lugar, el priista Sebastián Pérez Santiz, hainiciado en de San Juan Chamula, Chiapas, un proceso de desestabilizacióndentro del municipio para intentar echar atrás las elecciones del pasado 2 dejunio.
Lo que sucede hoyen Chamula inició con acuerdos políticos que “garantizaban” la inminentepermanencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobiernomunicipal. Así, Sebastián Pérez Santiz inició su compaña con las promesas yacuerdos políticos que le aseguraban un supuesto triunfo inevitable en lasurnas.
Finalmente, SanJuan Chamula se había convertido en uno de los pocos bastiones municipalesdisponibles para priismo chiapaneco durante las elecciones recientes. De frentetenían al candidato del partido del gobierno estatal (Morena), Facundo GómezSanti, y al del Partido del Trabajo, Pascual Sánchez Gómez, quien sinfinanciamiento millonario y sin apoyo gubernamental se había colocado entre laspreferencias.
Pérez Santiz teníadetrás al gobierno municipal en turno, a numerosos cacicazgos priistas y a underroche económico disponible para la compra de voluntades. Sin embargo, el díade la jornada electoral los primeros resultados preliminares cayeron como“valde de agua fría” al candidato priista. Los conteos daban como ganador alabanderado del PT, incluso muy por encima de la postulación morenista... Y elembate a los resultados electorales comenzó.
Con el cierre delPrograma de Resultados Preliminares (PRE), Sebastián Pérez no sólo llamó a NOreconocer los resultados virtuales, sino que además exigió un reconteo en loscómputos distritales. No obstante, los resultados finales terminaron por elevarligeramente su desventaja y colocarlo en un empate técnico con el candidato deMorena, por lo que la ira se desató con mayor fuerza.
Con una derrotaelectoral inevitable, además de impugnar la elección ante los tribunales, PérezSantiz y sus aliados han comenzado un proceso sistemático de hostigamiento yamenazas contra pobladores y autoridades electas, llevando el mensaje a lasautoridades de los tres niveles de gobierno de que “si no se anula la elecciónestallarán la violencia en Chamula”.
El amaguecaprichoso ha comenzado a encender las alertas ante las intenciones deSebastián Pérez para arrebatar el triunfo que Pascual Sánchez consiguiólegítimamente en las urnas, sin más recursos que su liderazgo social y trabajocomunitario. Y es que, los métodos que el candidato priista intenta aplicarpara echar atrás la elección ya bastantes problemas han dado antes ahí y enotros rincones de la entidad.
Lo que lasautoridades electorales y de gobierno están obligadas a hacer en casos como elde Chamula es imponer la ley sin miramientos, en todos los sentidos; no caer enchantajes y ejercer la fuerza del Estado, en caso de que las amenazas de nuevaviolencia se cumplan. Sobre todo, teniendo a orquestadores como Sebastián Péreztan claros, quien además cuentan con tres carpetas de investigación.
En San Juan Chamulase debe hacer valer la decisión que sus pobladores tomaron en las urnas elpasado 2 de junio. Ya el candidato de Morena dio muestra de civilidad con elreconocimiento a los resultados oficiales, por lo que no debe permitirse que interesessectarios se impongan nuevamente a la voluntad de las mayorías que, guste o no,debe hacerse respetar… así las cosa.